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Destino Cruel
Cuatro de la mañana, una niña moría de frío y soledad. Yo le ofrecí un abrigo, una mano de amigo, un amigo de verdad. Y en sus ojos había tanto, tanto dolor pero la policía de noche y de día la buscaba sin tesón. Mi hogar fue su refugio en ese helado julio Susy reía feliz. De pronto una mañana se despertó tan bella y no supe que decir. Esa muchacha tan desgraciada y sin paz, me sorprendió, me amó, me ofreció su calor me enamoré sin pensar. Cuando hacemos el amor, te amo, te deseo, cuando hacemos el amor de tu carita me acuerdo ay, lo que siento, muchachita, te quiero comer. Cuando hacemos el amor en tu hogar sólo pienso. Cuando hacemos el amor por tus padres lo siento. Ay, lo que siento, niña, no te quiero devolver. Mientras yo la cuidaba sus padres la buscaban y la justicia también. Pero así es la vida la hallarán algún día porque la ley, es la ley. Susy me ha dado, lo que nadie me dio. Ella era mi niña, mía, tan sólo mía pero dios me la quitó. Iban por todos lados, en la radio, en los diarios la buscaban sin cesar. Yo no pude negarme porque vi a su madre ver a su hija llorar. Un reformatorio la esperaba esta vez pero ella dijo: esto había sido un secuestro y entre rejas acabé. Ya no haremos el amor para mí tú has muerto. Te burlaste de mi amor en la cárcel me has puesto. Ay lo que siento, Susy, sólo quiero enloquecer. Se terminó nuestro amor, sólo queda el recuerdo. Moriré en esta prisión, solo, solo como un perro. Ay, lo que siento, Susy, me marcó un destino cruel.
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