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17 Primaveras
Diecisiete primaveras, las que su corazón llevaba; todo un mundo de ilusiones le iluminaban la cara. Todo se le vino abajo o por lo menos eso pensaba cuando llegó la noticia de que estaba embarazada pero tú fuiste valiente (valiente) porque no te importó la gente. Cuando tenías que jugar cambiaste las muñecas por un niño de verdad. Tuviste el coraje de afrontar la realidad él fue tu recompensa que te llamará: mamá. Cuando tenías que jugar cambiaste las muñecas por un niño de verdad. Tuviste el coraje de afrontar la realidad él fue tu recompensa que te llamará: mamá. No sé cómo conseguiste explicárselo a tus padres porque sé que los de ahora no son como los de antes. Que los tiempos han cambiado, que todo es diferente. No se escuchan tonterías del “que dirán” de la gente. Pero tú fuiste valiente (valiente) porque no te importó la gente. Cuando tenías que jugar cambiaste las muñecas por un niño de verdad. Tuviste el coraje de afrontar la realidad él fue tu recompensa que te llamará: mamá. Cuando tenías que jugar cambiaste las muñecas por un niño de verdad. Tuviste el coraje de afrontar la realidad él fue tu recompensa que te llamará: mamá. Yo quisiera decirte que siempre me sentí orgulloso de ser hijo de quien soy la más bella y más hermosa. Por ser madre y compañera, por ser valiente entre valientes quiero que escuches ésta letra y lee lo que mi alma siente pero tú fuiste valiente (valiente) porque no te importó la gente. Cuando tenías que jugar cambiaste las muñecas por un niño de verdad. Tuviste el coraje de afrontar la realidad él fue tu recompensa que te llamará: mamá. Cuando tenías que jugar cambiaste las muñecas por un niño de verdad. Tuviste el coraje de afrontar la realidad él fue tu recompensa que te llamará: mamá. Mamá. ¿dónde estás?
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